domingo, 1 de enero de 2012

Haz de mi dolor tu sufrimiento.


Levántate, ponte guapa tan solo para joder al que pudo tenerte y no te tiene, para sorprender a los que te conocen y, por qué no, a los que no te conocen también. Cuando te veas fea, arréglalo con kilos de maquillaje. Listo. Y siéntete la mejor de todas. Cuando haya un rumor sobre ti, sea verdad o no, ve con la cabeza bien alta siempre. No mires a aquel que no se lo merezca, fíjate en detalles pero no te obsesiones con las señales. Infórmate de todo lo que pasa para después, cuando te pregunten, hacerte la sorprendida; sólo tú sabes que eres una cotilla. ¿Qué? Perdona, no te he oído. Es que, a palabras necias, oídos sordos. Y a los capullos, ni el oído, ni la palabra, ni la mirada siquiera. 0. Que os jodan. Reconoce tus errores, demuestra que te arrepientes, aprende de ellos. Y con eso, no tendrás ni que mencionar la palabra “perdón”. ¿Por ocultar? Ocúltalo todo; miente, niega, invéntate. Pero sólo de tus asuntos; de los de los demás, que se encarguen ellos. ¿Por los amigos verdaderos? Da todo, miente, arriesga, engaña, perdona, ayuda, escucha, habla, calla, ríe, llora. Y ellos lo harán por ti. Si no lo hacen, sabes lo que tienes que hacer, ¿no?. Escucha música todas las noches delante del espejo, baila, salta como si tú fueras la protagonista de ese concierto en el que están todas las personas a las que quieres y a las que odias también, tu novio, tus pretendientes y tus ex. Come helado, mánchate, sé feliz en la calle, en tu casa, en el colegio, en las tiendas, en el médico. Esquiva tus obstáculos con serenidad. Pasa de problemas. Monta en globo, escribe un libro sobre tu vida y prueba todas las posturas del libro Kama Sutra. Porque tú no criticas, sólo dices la verdad sobre los defectos de ciertas personas. Sé fuerte, olvida, ama, sufre, olvida, y ama otra vez. Porque la vida es así; tropiezas, levantas, y vuelves a tropezar. Pero te vuelves a levantar…


We all die. The goal isn't to live forever. It's to create something that will.




sábado, 31 de diciembre de 2011

Fast cars; shooting stars






Como cuando me susurras, suave, lento, sin prisas. Cero agobios y no hay ansiedad. Como el último chute de heroína que te prometes a ti mismo cada sábado noche. Como cada cigarro que se consume entre tus labios y que ya no va a volver. Como cada pastilla de éxtasis y cada orgasmo reprimido en aquel rincón que solíamos hacer nuestro cada dos días impares de aquel verano no tan azul. Así fue cómo entraste en mi vida, y así de fácil fue como te fuiste. Como un susurro, suave, lento, sin prisas. Cero agobios, y no hay ansiedad. Te fuiste y no te despediste, y mientras yo que te echo de menos. Y sigo consumiendo cigarros, pero ahora de diez en diez. Y ya no me prometo el último chute de heroína porque sé que siempre va a haber otros 10 más, para quitar esa ansiedad que siento dentro al ver que ya no estás. Y ya no reprimo orgasmos, quizás porque ahora sólo los finjo. Que cuándo me tocas, cuando me besas o susurras, las días y las horas perdidas no cuentan más, porque valen por... ¿cuánto? ¿por otros diez? Aunque en realidad me parece poco, quizás por otros quince más. Y ahora ningún éxtasis me puede hacer sentir lo que sentía cuando me empujabas contra aquellos árboles de aquel parque perdido entre los barrios de aquella ya lejana y no olvidada ciudad. ¿Pero cómo puede ser qué aún lo siga haciendo? Escribirte, quiero decir. Cómo si una parte de mi pensase que fueses a leerme estés dónde estés. Como si la otra parte de mi no se partiese en dos cada vez que recuerdo los recuerdos ya perdidos pero para nada olvidados en los que sólo cabían dos. No era cosa de tres, eran dos. Hasta que empezaron a ser uno más uno, y por último le restaron otro uno hasta que uno de los dos se quedó solo. Y ese uno soy yo, o bueno, quizá tú. Quizás tú también estés ahí, detrás de la pantalla de ese ordenador, pensando que triste es ser uno y no dos, sin saber como encontrar algo que te llene de verdad. Aunque lo dudo, pero es que yo dudo tantas cosas que ya no sé que más dudar. Ni que más temer. Ni que más odiar, pero si sé a quién amar. ¿Entonces? ¿Entonces, qué? ¿Indecisa, decidida? ¿Insegura, segura? ¿Feliz, infeliz? ¿Capaz o incapaz? Así, sin más. Empiezo a preguntarme, y ya no sé que responder. Tanto tiempo respondiendo preguntas tontas que no me ha quedado espacio para las de verdad. ¿Definirme? Difícil. ¿Imposible? Quizás. ¿Qué se supone que tengo que hacer, eh? ¿Sufrir? ¿Intentarlo y caer? ¿Seguir? Ya, cómo si fuese tan fácil. Y que todo el mundo te diga que lo siente, ¿pero qué sientes? ¿Sientes decirme que lo sientes? ¿Lo sientes por qué sabes lo que se siente? ¿O por qué quizás te lo imaginas? Oh joder, cómo echo de menos ese verano. Cuando me susurrabas, así. Suave, lento. Sin prisas. Cero agobios y no hay ansiedad. Sigo esperando a que vuelvas, no importa qué. No importa quién, ni cuando. Yo sigo, aunque la verdad es que no sé si por ti.



Firmado: un 1 que busca otro 1 para hacer dos. ¿te apuntas o no?
Pero susurráme eso sí, suave, lento, sin prisas, cero agobios y que no haya ansiedad.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Un día, decidí triunfar.

Y así, después de mucho esperar, un día como otro cualquiera, decidí triunfar. Decidí no esperar a las oportunidades, sino buscarlas yo misma. Decidí ver cada problema como una oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como una posiilidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche, como un misterio a resolver. Decidí ver cada día como una oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias limitaciones, y que enfrentarlas era la única y mejor forma de superarlas. Aquel día, descubrí que no era la mejor, y que tal vez nunca lo hubiera sido.
Dejo de importarme quien gana o pierde, ahora me importa simplemente saber mejor que hacer. Aprendí que lo dificil no es llegar a la cima, sino dejar de subir. Descubrí que el amor es mas que un simple estado de enamoramiento, el amor es una filosofía de vida.
Aprendí que nada sirve ser luz, si no iluminamos el camino a los demás. Aquel día aprendí que los sueños existen para hacerse realidad.




Y desde aquel día ya no duermo para descansar, simplemente duermo para soñar.


http://www.youtube.com/watch?v=7NJqUN9TClM&ob=av3e
                                                                          

domingo, 18 de septiembre de 2011

- Como una gota en el océano ;

+ Me dejo caer al suelo, con la espalda ensangrentada por culpa de esos idiotas que han decidido cortarme las alas; me acerco las manos notando la sangre que se desliza entre mis dedos. ¿ Se acabó ? -pienso- después de todo, ¿ ya se ha terminado todo ? , imposible; esto no puede acabar de esta manera. Me incorporo costosamente poniéndome en pie, me dirijo hacia la ventana, la abro completamente y cierro los ojos; de repente, una ráfaga de viento me agita el pelo y seguidamente noto las gotas de agua cayendo sobre mi rostro. Sin abrir los ojos, alzo mi mano derecha hacía el frente y pido un deseo. Me gustaría poder volver a sentir esa sensación de libertad, me gustaría poder retroceder el tiempo y que ningún idiota me hubiera hecho esa estupidez de cortarme las alas, me gustaría poder tirarme de esta ventana con la certeza de que no me iba a estampar contra el suelo, y que iba a volar. Me gustaría ser más fuerte y poder seguir mi lucha; me gustaría decirte lo que siento , sabiendo que no me fueras a rechazar; me gustaría abrazarte, detener el tiempo, y poder tenerte conmigo todo el tiempo que yo quisiera; me gustaría pedir un deseo a las estrellas, y que se hiciera realidad. Aunque sea por un momento, me gustaría despertar de esta inmensa pesadilla, de esta oscuridad que me atrapa cada día con más facilidad y no me deja respirar; quiero agarrarte de la mano y ser feliz. No pienso rendirme. Si me cortan las alas, volaré sin ellas; si no me respetan, haré que se traguen sus palabras; si no me quieres, no sabrás que lo que te pierdes; porque yo estoy aquí, pero llegará un día que me toque despegar, y cuando lo consiga, no volveré a bajar.