domingo, 18 de septiembre de 2011

- Como una gota en el océano ;

+ Me dejo caer al suelo, con la espalda ensangrentada por culpa de esos idiotas que han decidido cortarme las alas; me acerco las manos notando la sangre que se desliza entre mis dedos. ¿ Se acabó ? -pienso- después de todo, ¿ ya se ha terminado todo ? , imposible; esto no puede acabar de esta manera. Me incorporo costosamente poniéndome en pie, me dirijo hacia la ventana, la abro completamente y cierro los ojos; de repente, una ráfaga de viento me agita el pelo y seguidamente noto las gotas de agua cayendo sobre mi rostro. Sin abrir los ojos, alzo mi mano derecha hacía el frente y pido un deseo. Me gustaría poder volver a sentir esa sensación de libertad, me gustaría poder retroceder el tiempo y que ningún idiota me hubiera hecho esa estupidez de cortarme las alas, me gustaría poder tirarme de esta ventana con la certeza de que no me iba a estampar contra el suelo, y que iba a volar. Me gustaría ser más fuerte y poder seguir mi lucha; me gustaría decirte lo que siento , sabiendo que no me fueras a rechazar; me gustaría abrazarte, detener el tiempo, y poder tenerte conmigo todo el tiempo que yo quisiera; me gustaría pedir un deseo a las estrellas, y que se hiciera realidad. Aunque sea por un momento, me gustaría despertar de esta inmensa pesadilla, de esta oscuridad que me atrapa cada día con más facilidad y no me deja respirar; quiero agarrarte de la mano y ser feliz. No pienso rendirme. Si me cortan las alas, volaré sin ellas; si no me respetan, haré que se traguen sus palabras; si no me quieres, no sabrás que lo que te pierdes; porque yo estoy aquí, pero llegará un día que me toque despegar, y cuando lo consiga, no volveré a bajar.




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